Los cuadros más caros.
En esta entrada quiero poner de relieve la diferencia que existe entre el mundo del arte y el mundo del mercado del arte. Porque entiendo que las obras llevan un trabajo detrás que tiene que ser recompensado, además de que son objetos únicos que no pueden reemplazarse. Pero lo que no consigo entender y con lo que no estoy para nada de acuerdo, es con el precio que pueden llegar a alcanzar algunas obras de arte.
En fin, cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera, y en este mundo de libre mercado, el mejor postor puede hacerse con cualquier cosa que esté a la venta. Pero os invito a pensar por un momento en lo que implica el dinero que han costado algunas de las obras más caras de toda la historia, por el momento.
La que está considerada la más cara es la obra de Leonardo da Vinci titulada “Salvator Mundi”, vendida en 2017 a un comprador anónimo por 382,1 millones de euros.
Después le sigue la obra de Willem De Kooning, “Interchange”, que fue vendida en 2015 por 264,86 millones de euros.
El tercer puesto es para la obra titulada “Los jugadores de cartas”, de Paul Cézanne, vendida en 2011 por 191,6 millones de euros.
Y este es solo un ejemplo, bastante esclarecedor, del dinero que puede llegar a mover el mundo del mercado del arte. A mi me encanta el arte y entiendo que hay personas que necesitan una remuneración para poder dedicarse a crear sus obras, pero me pregunto qué puede justificar el gastar esas cantidades de dinero en obras de arte.
¿Y si el arte perdiera su valor económico? ¿Y si no se pudiera pagar por acaparar una obra? ¿Y si el arte fuera de todos?
Comentarios
Publicar un comentario